Un poco más lejos.

Se refleja la ilusión del porvenir. Viene, brilla y quiere resaltar las ansias de querer tocarlo. Sentirlo bajo la piel, saber que le perteneces y que lo único que podrá  separarlo de ello es la muerte.

Y él cree que la muerte lo separará de esta atracción marginal. Pero la muerte permanecerá junto a la sensación de apegamiento forzado. Y lo único que hará que este latir se apague será el olvido. Pero para olvidarla, debo de estar muerto.

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