qué calor.

Hoy amaneció un poco nublado y sentí felicidad. Caminar por la sombra cual perro me genera calma. Recuerdo que desde chico siempre amaba el verano. Era la mejor temporada del año. Significaba andar sin horarios, con amigos, sin colegio ni profesores. Y creo que es por eso que siempre me gustó el verano y no tanto por el calor y el sol. Igual no lo sé, es algo que ando concluyendo últimamente. Porque días como estos, nublados, andan siendo de mi preferencia. Y los días más soleados me cuestionan si subir a la moto o no, si salir a pedalear o correr o mejor esperar a que baje el sol. Si sacar gorra o no, ponerme bloqueador para que no se quemen mis tatuajes, entre otras cosas que me anda demandando el sol.

Y el frío también demanda cosas, lo sé. El frío sin abrigo es igual o peor que el sol sin sombra, sin resguardo. Y recuerdo a los perros nuevamente y a su habilidad innata para encontrar sombra. Sí pues, le queman las patas. Y a mí se me ha quemado la cabeza de tanto pensar en el por qué de las cosas. En tratar de encontrar respuestas a todo o al menos interpretarlo de alguna manera, darle un sentido al sin sentido, al azar, a lo que simplemente sucede o sucedió.

No sé ni sabré si el verano me gustaba por su clima o por la libertad que encontraba en él al no tener que ir al colegio. No sé si algo tan lejano pueda aún condicionar mi comportamiento y gustos, aunque creo que sí. No sé si pensar en estas cosas me hagan mal o bien, pero es un hecho, las pienso. Como el hecho que el calor últimamente no me anda gustando tanto. Y está bien. Por más que a veces quiera aferrarme a una imagen establecida de lo que fui, al recuerdo inamovible de la persona que en algún momento era yo.

Sé que todos cambiamos, que el crecer es cambio constante. Que como en los guiones, sin cambio no hay crecimiento en el personaje. En mi caso, siendo yo el personaje de este cuento, de mi vida, me cuestiono el cambio, el por qué cambió, de dónde vino y si es que tiene sentido o no. Y ahora que lo relato, lo escribo y hago visible tiene sentido. Pues creo andar viendo si es que los cambios de este ser tienen sentido y suman a la historia. La diferencia quizás es que esta vida no cuenta con tres actos, no necesita un clímax ni resolución, en esta si se permite los saltos de tiempo y no todo tiene que estar justificado.

Claro todo esto lo creo, pero la verdad no sé nada.

Solo algo quizás, que el calor no me anda gustando tanto como antes.

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