Es tal vez la primera vez en la que ando pensando en el futuro y siento que no necesito hacer nada más para perseguir eso que quiero ya hace un tiempo. Dejar de pensar en los demás sin ser egoísta y pensar en mí. Pensar en lo que quiero para mi vida y serme honesto sin importar los que se vayan cayendo en el camino. Porque no siempre andar acompañado es estarlo.
Hoy pensé en los momentos de felicidad que he tenido. Pensé en ellos con nostalgia. Me identifiqué disfrutando mucho conmigo, engriéndome inconscientemente por aquello que sé me hace bien. También pensé en lo triste que es ser juzgado por vivir como uno quiere, sin dañar a nadie.
Más pronto que tarde espero estar retomando este blog con más inspiración, historias, personas y momentos. Con más por contar, hacer y dejar. Ya enrumbado sin norte, ni sur. Sin planes, con ganas. Sin dudas ni miedos.
