Digo que quiero escribir. Abro la página del blog, veo la hora y son las 10:41 de la noche. Pienso en que no sé de qué escribiré, pienso en lo extraño que es eso, doy clic al botón de «escribir» y el internet es lento. Se cuelga la página y veo que la hora cambió. 10:42. Siento que mi idea inicial, la de comenzar el texto con «Son las 10:41pm cuando doy clic al botón de «escribir» y no sé que estaré escribiendo» ya no es posible. Mientras sigo pensando en cómo comenzaré esta historia, me veo ya envuelto en ella y con una pregunta sentada frente a mi mente. ¿Cómo comienza una historia? Y dentro de ella, muchas otras preguntas, ¿se da uno cuenta del inicio? o casi siempre uno se percata ya estando por un buen tiempo siendo parte de ella. Son preguntas que en el frío de esta noche me da flojera responder. Las piernas andan frías, la espalda incómoda, la vista cansada, y la perseverancia, en líneas generales, baja. Y Gaia me dice que son más días, más días, más días, y solo pienso en que la muerte, para la humanidad, se avecina muy pronto ante su corta duración. Pues en tiempos de pandemia muchos comprendemos que la vida es más corta de lo que creímos. Siempre lo escuchamos, repetimos casi a ciegas, mas recién ahora creo que comprendemos. Y con más días y con la reflexión de lo corta que es la vida, ando empujando a la pereza a un lado, aplicando un poco más de esa perseverancia perdida y soltando acá unas letras que, con la simpleza de ser impregnadas y vistas en la pantalla aligeran una rara presión que suele casi comprimir pensamientos y obligar a rutinas aburridas. A volverme en un ser de acciones similares. De procesos casi gemelos. Y bueno, ¿cómo comienza una historia? Y la respuesta es simple, y a la vez poco reveladora. Aquel que leyó y llegó a este lugar de la historia, tal vez no se percató que entre tanta idiotez y disparate andaba ya en una. En una historia, que para saber del comienzo, habrá que ir hacia atrás y tratar de descubrir en qué momento uno tomo la decisión de empezar a leer un texto casi fantasma de un blog poco concurrido. Tal vez la historia vaya desde más lejos, teniendo que ir más hacia atrás y entonces descubrir que andas en una historia, en esta historia que está por terminar.
Sinceramente no lo sé.
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