La tarde se amolda a ti. Las rutas son largas y me obligan a ir despacio. No hay mucha luz y el camino es tranquilo.
Y vamos juntos en busca de la calma. Porque buscamos lo mismo aunque tú aún no lo sabes.
Ahí nos espera una fuente de energía en reposo. Que anda esperando por almas en soledad. Por almas que pasean muy cerca, que se rozan, que cruzan miradas, que no dejan fragmento de alegría.
Y las almas se sienten.
Y las ganas no mienten.
Y todo es perfecto, aquí.
Y la pena invade un alma. Y la otra que lo quiere evitar. Y entra en ella y pelean fogosamente.
Pero se niega a derrotarla… No si ella así no lo quiere. Y por eso da un paso al lado y disfruta de su compañía. Así esté al lado. Así no se hayan convertido en una sola.
Y es en vano la derrota. Es en vano la victoria. Es en vano pedir belleza. Y no abrir los ojos. Escuchar la calma y disfrutar el momento .
