Alma: Capítulo II.

II. Porque una vez extraviado el dolor, recomponer el sufrimiento dejado por lo racional es complicado. Emocionalmente dolido.

Recostada se encontrada. Miraba la pared que estaba frente a su cama. Había una filtración de agua en ella, como a 50 centímetros del piso. Ella veía en ella a una cara. Esa cara, que tanto quería ver. Era una día más sin saber porque. Porque es que no sabía nada de ella, y porque no había llegado aquella noche.

Tenía obligaciones, más ganas no. Debía pararse de la cama y dejar de pensarla tanto. Sabia que las dificultades del camino solo la hacen más fuerte. Sabía muchas cosas, pero lograr luchar contra ellas y sobreponerlas era lo complicado. Ella era muy sabia para su corta edad. A los 17 años nadie espera mucho de ti. La temprana pérdida de su madre había logrado en ella esa madurez para afrontar obligaciones de personas mayores.

Su hermana decidió por la bebida. A pesar de llevarle varios años de edad, tomó la decisión más fácil y el camino más corto. Felizmente Alma lo tenía claro. Sabía que vivía en un sistema donde lo gordo es malo y lo flaco es bueno. Donde el blanco y negro se contraponen negativamente y donde la estatura va de la mano con la autoestima. Pero al saberlo y tenerlo muy claro decidió romper las reglas y no dejarse engañar por parámetros impuestos por sabe Dios quien.

Ya empezaba un día más en la vida de Alma y el carrusel de rutinas acababa de arrancar. Primero debía limpiar el desorden que su hermana había dejado de la noche anterior. Pues siempre llegaba ebria a casa. Andaba con gente que no vale la pena mencionar. Luego salir a comprar los alimentos para el almuerzo, pues en casa de Alma la comida se compraba el mismo día y dependiendo del presupuesto disponible. Cocinar. Limpiar. Salir a buscar algún cachuelo en la ciudad. Y por último esperar. Esperar que esta vez no fallara. Esperar que esta vez pudiera ser el día. Ese día de encontrarla. De que no la dejara plantada. La dejara ahí, confiando. Confiando en ver. Si confiando, tan solo confiando.

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