Por mucho que sentía, no lograba concretar aquel fuerte sentir que no lo dejaba ni respirar
Creyendo que dormía y las penas descansar, alimentaba el miedo de la vida al caminar
Confuso era su día y sus pasos al andar
Desconfiaba de aquellos y el sol al desconfiar
No creo que sea miedo lo que hace a él llorar, lo viernes por la tarde en la barra de algún bar
Tal vez melancolía, que el mundo dejó ahogar
Los barcos largos flotan, en el largo y triste mar
Mis penas ando dando, en hojas de cristal
El texto va acortando, la tinta brilla más
Mis ganas van matando, al alma de esta ciudad
Que raro el ser humano, que raro y triste Juan
Ponerle un nombre falso, no, no me servirá.
